Scout una vez, Scout toda la vida, y suena súper extraño que diga que extraño ser Scout, porque se supone, uno nunca deja de serlo, pero es que… para mí no solo sirve saberte las leyes Scouts, para mí no basta con tener la promesa en mi cabeza, para mí no sirve tener mi pañoleta colgada, para mí no sirve tan solo hacer una buena acción cada día, para mí, lo importante es esa parte en la que estas con tus amigos, con los de verdad, para mi es tener el sentimiento ante la fogata y saltando como loco, para mi es necesario cantar, para mi es necesario que mi jefe me grite, para mi es necesario no solo ser Scout una vez, sino toda la vida. Porque se supone que somos un movimiento, y esto de estar quieto, no es de mi agrado, de verdad extraño poder cada sábado ir a un lugar nuevo así estemos en la misma parte, extraño poder usar mi uniforme y que me regañen por usarlo mal. No me gusta mucho la palabra “triste”, pero… me siento triste sino tengo un nudo que hacer, me siento triste si no estoy con mi grupo, me siento triste si no puedo llorar porque el campamento se acabó, no puedo vivir sin este sentimiento, no puedo vivir sin saber lo que es caminar con unas malditas botas que me tallan, no puedo vivir sin seguir mostrando lo que siento dentro, no puedo seguir sin jugar, sin ayudar, sin servir, sin ir adelante, sin estar listo y sin estar mejor. Necesito a mi 816, necesito a mi 938, necesito a las bobas del 901 y seguir conociendo grupos, seguir encontrándome al 925, al 117, y al que sea, porque si, nos separan por números, por grupos, pero al fin y al cabo todos somos del mismo, todos nos conocimos por el mismo hombre, por el mismo lobo, por la misma historia, por el mismo grito. Y si, no lo niego, yo podría dejar tirado lo que fuera con tal de estar ahí, con los que siempre estarán en mi corazón, porque yo no cambiaría por nada todos esos momentos, porque yo soy Scout, y jamás, pero jamás, me arrepentiré de eso, y si me critican, y si creen que vendo galletas, que digan lo que quieran, que poco me importa, que pocos saben lo que se siente estar en esto, que pocos saben lo que es portar una pañoleta, que pocos saben lo que es ser puro y sacrificado, pocos conocen sus metas, su felicidad y su pureza por un “trapo” que cuelga en sus cuellos, porque pocos podrían imaginar el mundo que cada sábado creamos, que cada fin de semana se empeña en sacarnos una sonrisa.
Extraño ser Scout, pero no he dejado de serlo, solo quiero volver a rockear con ustedes, solo quiero tener al menos una reunión antes de que todo acabe. Estos días no se olvidan, ser Scout cumple sueños, ser Scout te inspira, ser Scout es tener otra familia, ser Scout es tener una amistad sincera, ser Scout, es encontrar tu otra mitad, ser Scout es llenarte de historias, ser Scout, es sonreír de verdad una vez más, ser Scout, es llorar porque no puede ser eterno, ser Scout es más que un sueño, ser Scout no es mi estilo de vida, ser Scout, es mi vida. 
Ser Scout me dejo siendo quien soy, ser Scout me dio esos valores, ser Scout me enseño a sobrevivir, y ser Scout, siempre ha sido, la razón de una sonrisa más.
He sangrado por un campamento Scout, he llorado por un grupo Scout, he reído por mis amigos Scouts, he amado por una mujer Scout, he dado abrazos gratis por Scouts, he corrido por caminos Scouts, he gritado por un triunfo Scout, he hecho muchas cosas Scouts, pero la mejor de ellas, nunca la definiré, porque cada que vuelvo a ponerme esa camisa azul, pasan cosas nuevas, pasan cosas que no se repiten, pasan cosas que completan una memoria, pasan momentos de alegría, y es un día a día, que a mí me da vida.
Sin dejar de serlo, extraño ser Scout, y sin serlo, se me hace imposible vivir.
“Scouts un estilo de vida que nos da alegría…”

Daniel Sterling